REFLEXIONES DE UNA MENTE DIVERGENTE VOL 14 : QUERER, PODER, DEBER

Miles de ideas, pasan por tu mente, a lo largo del día. Cientos de pensamientos y/o acciones que de algún modo captan tu interés, tu ilusión. Esas mismas que por un instante provocan en tu rostro una mueca de sorpresa, alegría y sueños. En ese preciso momento, en el que en nuestra mente aparece un árbol de largas ramas con el sol por su espalda, haciéndolo si cabe, más radiante más majestuoso. En ese momento, las tres interrogantes, las tres guardianas aparecen a tu alrededor. Tres preguntas, tres verbos que dejarán pasar a tu ilusión por el camino de la posibilidad hasta romper la cinta de la meta y poder decir, que esa ilusión, esa acción o ese sueño, están en tu mano.

 

QUERER, PODER Y DEBER.

Tres pilares inmensos, o muros altos y de cemento armado los que te alejan de lo que tu ser ha imaginado.

Querer: es la pregunta que implica a las emociones, a lo que palpita en todo tu cuerpo, lo que ilumina tus ojos al pensarlo. Querer, ese verbo que sientes como acelera tu pulso, como quema tu piel, como corroe las entrañas cuando quieres sin tener. Ese mismo verbo que enloquece tus sentidos, que exalta tus emociones, y sensibiliza cada ápice de tu ser. Quieres? Una pregunta, que no necesitas pensar porque la sientes, deseas, amas…. y cuando sientes la respuesta es indudablemente afirmativa.

Poder: la pregunta que implica a la capacidad, al físico, incluso a la capacidad mental. Pregunta que repercute en tu capacidad para realizar tu deseo. Poder, necesita de tus habilidades intactas, de tus neuronas preparadas o tu cuerpo chispeante e impaciente por alcanzar lo que hasta ahora podía ser solo un sueño. Puedes? Yo siempre he tenido en mente, ese refrán de “si quieres, puedes”, por lo tanto, si has respondido afirmativamente al “Quieres?”, pocas cosas limitaran la respuesta afirmativa a esta pregunta.

 

La siguiente podríamos denominarla como el aguafiestas, o el rompe rollos, porque es la que más quebraderos de cabeza nos proporciona. El Deber.

 

Deber: Abarca el aspecto moral y ético. Aquello que se consideraría acertado o erróneo a las reglas morales de la sociedad y de uno mismo. Aparecen las leyes, en un juego que hasta ahora tan solo habíamos contado con el deseo, y la capacidad, pero todas nuestras ilusiones, nuestras alegrías y ausencias de responsabilidad aparecen de golpe. Debo? Es la última etapa de esta carrera. Tan solo queda ese obstáculo que salvar para llegar a meta y disfrutar plenamente de ese deseo, sueño o ilusión. Piénsalo bien : Debes?

 

Y ahí, tenemos las malditas preguntas que desenredan las marañas de nuestras ideas, las que separan de lo posible y lo imposible, las mismas que nos hacen tirar a la papelera la publicidad que encontramos en los buzones de las cartas. Pero, no hay que olvidar que si alguna de estas preguntas sale negativa, y con ello, nos imposibilita el llevarla a cabo….siempre podemos guardar esa “publicidad” para cuando podamos, debamos y / o queramos vivir esa idea.

 

Y una reflexión, me nace de estas preguntas, cuál de ellas tiene más valía? Cuál de ellas, es más fuerte que las demás, y podríamos decir que vale dos puntos? …

Ahí os la dejo, aunque también he de decir que PUEDO comer chucherías, no me es demasiado complicado, tengo manos y una boca ansiosa por sentir el azúcar generando caries en sus dientes. El DEBER, posiblemente esté más difícil y precisamente la respuesta sea negativa, NO DEBERÍA por el bien de mis dientes y mi figura, aunque las lorzas o agradecerían. Pero al final, soy un monstruo emocional, o una niña caprichosa, y si QUIERO, no necesito mucho más. O sea que, voy a comer chuches, ahora que todavía tengo medio boca dormida de la anestesia del dentista….

El poder, el deber, el querer

La gata bullanguera.