REFLEXIONES DE UNA MENTE DIVERGENTE VOL 12 : EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN


Evolución: Desarrollo de las cosas o de los organismos, por medio del cual pasan gradualmente de un estado a otro. Acción y efecto de evolucionar. etc.

Involucionar: Detención y retroceso de una evolución biológica, política, cultural, económica, etc.
 
La evolución, aunque descubrimos y alcanzamos a diminutos pasos, parece que vivimos en una caída veloz e imparable. Hace unos años, recuerdo guiarme por el sol, cuando se escondía ya era hora de dejar de jugar en el parque. Aunque en el caso, de que me hiciera la tonta, para seguir jugando a pillar con mis amiguitos, se escuchaban los gritos de mi madre, para que subiera a casa a cenar, con la conveniente bronca que nunca escuchaba, porque mi mente huía al país de nunca jamás o algún universo paralelo. Ya sabéis, la escucha selectiva es junto a la memoria, un punto que utilizo mucho. Solo escucho y recuerdo, aquello que me gusta o interesa… ;).

Hace poco, sabías donde encontrar a tus amigos, a qué hora e incluso, tenías técnicas que ni los grandes investigadores, para saber su paradero. O esas visitas al pueblo, donde mis abuelos dormían, con el orinal bajo la cama y tenías que salir, a la calle a presentar tus respetos, con una ofrenda, a la madre tierra. El mismo tiempo, hace mucho, que la televisión era historia, y nuestro mayor entretenimiento, era ir a coger raneques al rio, o comer moras silvestres del mismo árbol. Siempre por el campo, descubriendo parajes secretos, que nunca olvidaré. Ains…

En definitiva, hace años, las gentes sacaban sus sillas a la calle, dejaban las puertas de casa abiertas, los niños jugaban en los márgenes del rio, mientras la madre lavaba. Era natural ,que aparecieras con las rodillas ensangrentadas de algún tropezón ( en mi caso ,era demasiado habitual ,ya no me quedaba espacio en la rodilla para tanta marca…y empecé con la cabeza, así me he quedado ¡¡¡) ,y en ese caso ,tu madre era capaz a que si te quejabas te arreaba por “melindre”.

La música se hacía en la calle, entre palmas, alegría, y cantes. Los niños bailaban y los mayores reían. No había relojes, y el pueblo era una unidad, con sus cosas inevitablemente, pero en definitiva, una unidad que compartía las tardes de tertulia a la puerta de casa, los rutinarios quehaceres, o los bailes improvisados.

Posiblemente, sea mi infancia andaluza, o los recuerdos e historias que me contaba mi madre, la que ha generado una imagen que con el tiempo y la evolución tecnológica nos ha llevado a un cautiverio entre cuatro paredes, las de nuestro ser.

Ahora, la mayor parte de las cosas se realizan frente a una pantalla, sentado en una confortable butaca, aislado con una puerta de cien mil candados. Atrás quedaron las tertulias en la puerta de casa, o en el parque. Atrás quedaron las puertas abiertas, y la interacción vecinal. Acabamos siendo reclusos entre cuatro paredes, enfrascados en conversaciones cibernéticas de sentimientos radiactivos, con la magnífica seguridad de tu casa, sin temor de que tengas que lidiar ante la pregunta de un pretendiente, itso facto. Tranquilos, en un espacio de seguridad excelente, con la nevera a mano y la estufa a tu lado, mandamos mensajes instantáneos con las calabazas interactivas. O perdemos amigos con la eliminación de tu cuenta de su lista del Facebook, sin problemas, sin complicaciones…. Un universo evolucionado, que poco a poco, nos ha ido ocluyendo en nuestro universo.

Salimos a la calle, y nos tapamos los oídos con la música, aislándonos de lo que nos rodea. No vemos, no oímos, y terminaremos sin sentir la empatía propia del ser humano.

Hemos pasado de ser una comunidad a ser pequeñas comunidades, a pensar en todos, a pensar solo en uno. Huyendo del posible contacto con el exterior, convirtiéndonos en islas en un mar inmenso. Posiblemente, sea exagerada mi reflexión…pero esta evolución está cambiando nuestra forma de relacionarnos, alejando los riesgos de conocer a las personas, aunque este fenómeno abre las puertas al descubrimiento de personas muy interesantes que están lejos de ti.

Un cambio indiscutible en nuestras vidas, donde antes sonaban las palmas de todo el pueblo, ahora solo tú escuchas la música que suena en tu mp3, haciendo caso omiso a lo que ocurre en ese preciso instante a tu lado…. Por donde puede que pase tu propio destino, mientras tú, te encierras en ti mismo, en lo conocido y en lo que no te infunde dolor.

Una evolución que cambia, espero que ese cambio no conlleve la pérdida de la sensibilidad, del tacto, y de las maravillosas sensaciones que se descubren cuando miras a los ojos de la gente, cuando tus manos tiemblan al coger la suya y cuando escuchas las carcajadas de tus amigas. Sensaciones que no reproduce ningún ordenador….

Supongo que no deja de enamorarme ,el correr por las montañas, el comer moras de los árboles, y el ver su sonrisa…..


La gata bullanguera




0 comentarios:

Publicar un comentario