REFLEXIONES DE UNA MENTE DIVERGENTE VOL 18: ENVENENADOS

Una cubitera blanca, con sus formados cuadrados vacíos, pendientes de ser llenados con ese líquido moldeable. Una jarra que vierte en ellos, una vibrante y trasparente agua, que se acomoda en su habitáculo. Y ahí, permanece, convirtiéndose en hielo, derritiéndose cuando la ubicación varía, pero siempre en su habitáculo predestinado.
Apenas cambia su ánimo, cuando comienza a notar el frio del congelador, ni siquiera decide gritar con sus graves moléculas de oxigeno por un calor repentino que le lleva a la descongelación. Ese líquido consigue adaptarse a cada situación, aunque le claven un palito en su gélida anatomía y le chupeteen como a un helado. Siempre CONTROLA sus expresiones y reacciones.
Pero, cuánto tiempo se pueden aguantar aquello que nos molesta, nos hiere o no entendemos??? Cuando tiempo puedo aguantar y entender al niño que pega con su balón bajo mi ventana? Cuando tiempo se puede aguantar??.
En estos casos, lo determina, además de la paciencia del individuo, su capacidad de destilar esas frustraciones o de explicar a su ira, a su deseo de "mandar a la mierda la bicicleta”, las posibles consecuencias o razones de la actitud de los demás o de los vericuetos del destino.
No podemos estimar un tiempo para un individuo, aunque seguramente que algún científico ya habrá trabajado en ello, para difundir sus resultados y especificar que en dos días con tensiones varias, se explota, esparciendo nuestra ira, incomprensión y agobios por entre las baldosas frías de nuestro piso o alrededores.
Pero, cada uno controla y aguanta hasta un punto. Intenta canalizar esas “rabietas”, no pensando en ellas o saliendo a correr o mil cosas. A veces, parece que han pasado, que solo fue una nube que  se dispersó, pero en verdad, tan solo se ocultó tras tus parpados, allí donde no te percataras de su presencia, pero sintieras su opresión, hasta que en otro momento, otro lugar…días después, Algo aumenta la nube que ya oprime tu nervio ocular, provocando un tic en el ojo, que a su vez, enmarca tu desazón en una sonrisa curvada, o en una línea recta que traspasa tu cara. Y a partir, de ahí, tan solo tienes que esperar….como los niños que ensimismados esperan a que un mimo se mueva…nosotros esperamos a que la bomba explote, a que el volcán haga su erupción, a que la persona reviente…. Emanando de su boca, palabras atropelladas pero con traje de Armani, con corbata a rayas y gemelos en los puños. No están medidas pero tienen su talla…
Y cuando la furia es lanzada, traspasando el umbral de sus labios, una aparente calma comienza a reinar en su pecho. El ritmo cardiaco es más relajado, y ya no muerden las pirañas en tu estómago. Y calmado, miras atrás y ves cómo, atónitos te miran, preguntándose que ha ocurrido, por que las mansas aguas de este lago, se han enfurecido como el peor de los mares.
Porque no hay peor veneno que guardar las cosas, porque no puedes destilar lo que no entiendes, porque  la razón  pone lazos de colores a la realidad, buscando en ella, un equilibrio. Pero el único equilibrio que conoce el ser humano, es el rey y el vasallo… yo ordeno y tú acatas… Pero hoy en día, ni tú eres rey, ni los demás tus vasallos…
Control… en cada milímetro de este deambular, debemos controlar nuestras palabras, nuestros actos, hasta nuestros deseos. Encorsetados en cuerdas de moral, y ética. Atrapados por la sociedad farsante y maquiavélica, que tan solo sonríe para lanzar cuchillos a tus espaldas. Con la única misión de sentirse poderoso, jodiendo a los demás. Y me pides control? Debo controlar cada pensamiento por respeto, cuando la gran parte no sabe qué es?
Controlar tu camino, controlar tus exaltaciones, tus rabias, tus iras, controlar tus palabras para no engendrar más problemas insustanciosos, Pero llega un momento que el control se escapa a tus manos…y por mi boca, se escapa lo que no entiendo… tan solo, dejaré que el veneno se expande con el oxígeno perdiéndose en el horizonte…no serán dagas afiladas solo burbujas de incomprensión y hastío.
Todo control mantiene su equilibrio con una pizca de descontrol….descontrólate para controlar mejor…

La gata bullanguera